¿Dónde quedaron las palabras?

Hola Gente con Criterio, feliz domingo, hoy, les traigo una interrogante ligada a las redes sociales, éstas, que desde su surgimiento nos han acercado al mundo de la comunicación sin límites y sin fronteras, pero creo conveniente que para responder a la pregunta que centra esta reflexión debemos preguntarnos otras más, como por ejemplo:

¿Es real todo lo que vemos en redes sociales?

¿Leemos todo lo que vemos?

¿Conocemos las políticas de privacidad y seguridad que poseen estas redes?

Estas y muchas más interrogantes nos podemos hacer y de seguro, algunas respuestas no las tenemos.

Según alguien, que tuvo que ver con el surgimiento de la mercadotecnia en línea, más conocido como “marketing online”, una imagen vale más que mil palabras, una representación gráfica no puede llevar a la abstracción o incluso a la creación desde nuestra propia mente, pero, ¿dónde quedan las palabras?

Y aquí está la cuestión, diariamente vemos, por ejemplo, en Facebook, que en mi opinión es la red social por excelencia, imágenes acompañadas con una información, y pregunto ¿cuántas personas leen es esa información? y ¿cuántas personas comentan utilizando palabras?

Se ha convertido en un fenómeno, que las personas solo reaccionen con el llamado “like” o solo comentan con los famosos “stickers”, aun sin saber el contenido real que pudo tener la publicación en su momento, que quiero decir con esto; las redes sociales poseen un algoritmo que permite a sus administradores y moderadores conocer los gustos y las preferencias de cada usuario y de ahí, estas redes hace pública, para el usuario en cuestión, la información que según este algoritmo el internauta desea conocer. Muchas veces las informaciones, dígase fotos, videos, o propiamente texto, no es de interés personal, y por ello, surge el dilema entre ¿comento o no comento?

Independientemente de lo que nos pueda proveer una red social en concreto, debemos hacer uso de la comunicación y sobre todo del sentido común, en muchas ocasiones vemos comentarios equívocos, o simplemente, como decimos en buen cubano, un comentario que nada tiene que ver con lo que se ha publicado, además, no sabemos si lo que se publicó es real o ficticio. He visto mucho trabajo periodístico en estos medios de manera independiente e incluso acreditada, más sin embargo los usuarios dan por hecho estas informaciones sin contrastarlas, y comienzan un debate, que muchas veces se convierte en polémica. Aquí ya respondemos a la primera interrogante ¿Es real todo lo que leemos? Siempre digo, que hay que informarse por los medios oficiales, puesto que estos si contrastan las informaciones antes de publicarlas.

Con respecto a la segunda interrogante, voy a hablar desde mi perspectiva como usuario activo en redes sociales, muchas veces he publicado, como es habitual, estos artículos o reflexiones, y me topado con comentarios positivos, negativos, fuera de lugar, como decía anteriormente “sin tener nada que ver el comentario que se publicó” y además comentarios con “sticker”, que mi pregunta es, si estamos tan apurados para responder con un “muñequito”, ¿qué hacemos en las redes?

Ahora no quiero que me tilden, de retrógrado, pero, considero que uno de los procesos que nos distinguen del resto de los animales, es el poder de comunicarnos. En redes, y en internet en general, podemos encontrar toda clase información, desde política, chismes, historia, etc. pero toda esta información debemos saber utilizarla, sobre todo para cultivar el intelecto y mejorar como personas, no para destruir, ni para emitir comentarios degradantes ni ofensivos, y si, lo vemos a diario. Hay algo más que quiero referir hoy sobre el uso de las palabras, la ortografía, perdonen la palabra, pero en mi opinión es abismal, el abuso que se la da a la ortografía sea del idioma que fuere, hoy, me referiré solo al Español, el uso y abuso de los apócopes, los cambios de fonemas, las abreviaturas y verbos inexistentes y el uso “coloquial” e incorrecto que le damos a la ortografía, sinceramente creo que las redes como los procesadores de texto como Microsoft Word, deben tener al menos en sus algoritmos autocorrectores, y así erradicaremos un poco los errores y “horrores ortográficos”.

Dando respuesta a la tercera y última interrogante, me gusta comenzar con un fragmento de la licencia de términos y uso de información personal de la red social Facebook:

“Usted le otorga a Facebook el derecho irrevocable, perpetuo, no exclusivo, transferible y mundial (con la autorización de acordar una licencia secundaria) de utilizar, copiar, publicar, difundir, almacenar, ejecutar, transmitir, escanear, modificar, editar, traducir, adaptar, redistribuir cualquier contenido depositado en el portal”.

Que quiere decir lo anterior, que Facebook, puede hacer uso y abuso de toda la información que proveemos en redes a su mayor conveniencia, que les sugiero, sea más cuidadoso con lo publica y sobretodo no se exponga en los medios virtuales.

Espero que esta reflexión de hoy, les haya servido para meditar sobre lo que hacemos en las redes sociales, salude, comete con palabras, sea cordial, haga uso correcto de la comunicación escrita y sobre todo sea educado.

Les deseo a todos una gran semana llena de bendiciones y éxitos.

Su más fiel amigo Yoján Barbosa Rodríguez

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